Según las particularidades de cada pavimento sobre el que vamos a trabajar, se diseña un sistema que cumpla con las necesidades y se ajusta teniendo en cuenta 4 parámetros básicos que son.
Micraje ( espesor).
El espesor de un pavimento de resina es el parámetro que confiere las propiedades de resistencia a la compresión e impacto y aunque se realice a medida según necesidades en cada caso concreto, podemos clasificarlos en dos grupos : Alto espesor (superior a un milímetro) y bajo espesor (inferior a un milímetro).
Color.
Pueden instalarse pavimentos de resina prácticamente en cualquier color, brillante satinado o mate o también pueden ser con acabado transparente, que generalmente se emplean para proteger pavimentos de resina existentes o encapsulado de áridos coloreados, chips de colores, dibujos, rótulos etc.
Textura.
En ocasiones es necesario dotar al pavimento de resina de unas prestaciones de textura para hacerlo antideslizante o hacerlo completamente liso ( efecto espejo) para lo cual optaremos generalmente por un pavimento multicapa para el pavimento texturado o un pavimento autonivelante para el muy liso.
Polimericos o minerales.
Los sistemas de pavimentos pueden ser mayoritariamente de resina con una aportación determinada o nula de árido o sistemas básicamente minerales en los que la resina cumple una función de aglutinante de partículas o áridos de diferente granulometría o naturaleza.